Dichos de Salomón, hijo de David, rey de Israel, que tienen como propósito:
comunicar sabiduría e instrucción, ayudar a comprender palabras llenas de sentido,
adquirir instrucción, prudencia, justicia, rectitud y equilibrio;
hacer sagaces a los jóvenes inexpertos, y darles conocimiento y reflexión.
El que es sabio e inteligente, los escucha, y adquiere así más sabiduría y experiencia
Mejor es encontrarse con una osa despojada de sus Crías que con un necio empeñado en su insensatez.
Hay un camino que al hombre le parece derecho, pero que al final es camino de muerte.
El mira sobre los hombres; y al que dijere:
Pequé, y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado, Dios redimirá sualma para que no pase al sepulcro, Y su vida se verá en luz. He aquí, todasestas cosas hace Dios Dos y tres veces con el hombre, Para apartar su almadel sepulcro, Y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
El ánimo del hombre soportará su enfermedad; Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?
La Ambición del hombre es su desgracia, y es mejor ser indigente que engañador.
Tal es el final de los ambiciosos:su propia ambición los mata.
comunicar sabiduría e instrucción, ayudar a comprender palabras llenas de sentido,
adquirir instrucción, prudencia, justicia, rectitud y equilibrio;
hacer sagaces a los jóvenes inexpertos, y darles conocimiento y reflexión.
El que es sabio e inteligente, los escucha, y adquiere así más sabiduría y experiencia
Mejor es encontrarse con una osa despojada de sus Crías que con un necio empeñado en su insensatez.
Hay un camino que al hombre le parece derecho, pero que al final es camino de muerte.
El mira sobre los hombres; y al que dijere:
Pequé, y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado, Dios redimirá sualma para que no pase al sepulcro, Y su vida se verá en luz. He aquí, todasestas cosas hace Dios Dos y tres veces con el hombre, Para apartar su almadel sepulcro, Y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
El ánimo del hombre soportará su enfermedad; Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?
La Ambición del hombre es su desgracia, y es mejor ser indigente que engañador.
Tal es el final de los ambiciosos:su propia ambición los mata.
Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia.
J&A
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