Aproximadamente en todo el mundo hay 250 millones de jóvenes entre las edades de 11 a 25 años que viven en países donde se habla el español y sin embargo el ministerio juvenil ha sido descuidado.(Datos Equipos Internacionales 1999). Después de ver esta descomunal cifra de 10 años atrás, ¿Cuántos jóvenes hay hoy en día que no tienen una relación sólida con el Señor Jesucristo?
Es obligatorio el buen entrenamiento en nosotros y nuestros jóvenes para responder adecuadamente a esta generación. Algunos materiales útiles para las reuniones en grupos pequeños y libros para cultivar el hábito de lectura.
http://www.paralideres.org/flash/files/cursos.htm
http://santalectura.blogspot.com/
http://www.especialidadesjuveniles.com/
http://www.lideresjuveniles.com/article/articlestatic/165
“…Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, CRISTO…”
(Efesios 4:11-15)
Es obligatorio el buen entrenamiento en nosotros y nuestros jóvenes para responder adecuadamente a esta generación. Algunos materiales útiles para las reuniones en grupos pequeños y libros para cultivar el hábito de lectura.
http://www.paralideres.org/flash/files/cursos.htm
http://santalectura.blogspot.com/
http://www.especialidadesjuveniles.com/
http://www.lideresjuveniles.com/article/articlestatic/165
“…Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, CRISTO…”
(Efesios 4:11-15)
J&A
No hay comentarios:
Publicar un comentario